¿Quieres que tu hijo duerma mejor?
¡Quítale las pantallas!
La luz azul suprime la producción de melatonina, una hormona que favorece la sensación de sueño.
La luz es un tipo de luz de longitud de onda corta que favorece el estado de alerta y el rendimiento. Las pantallas de los televisores, los teléfonos inteligentes, las tabletas, los ordenadores, los sistemas de juego y algunos lectores electrónicos producen luz azul artificial.
El uso de dispositivos que producen luz azul artificial por la tarde y por la noche altera nuestro ciclo natural de sueño-vigilia al engañar al cerebro para que no produzca melatonina antes de acostarse. Esto hace que nos sintamos menos somnolientos de lo que deberíamos a la hora de acostarnos.
Numerosos estudios en adultos han demostrado que la exposición a la luz por la noche y el uso de dispositivos emisores de luz azul antes de acostarse, afectan al sueño.
Esta evidencia, combinada con los datos que muestran que los niños tienen una mayor sensibilidad a la supresión de la melatonina relacionada con la luz, sugiere que los efectos perturbadores del sueño de la luz azul pueden aplicarse también a los niños.
Dada la importancia del sueño para la salud mental y física de los niños, es fundamental asegurarse de que duermen lo suficiente por la noche.
Definir algunas reglas y rutinas, puede ayudar a mejorar el sueño:
- Establecer un toque de queda tecnológico
- Crear zonas libres de tecnología
- Utilizar filtros de luz azul
- Modificar los ajustes de los dispositivos
- Garantizar la exposición a la luz diurna.
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Fuentes:
How Does Blue Light Affect Children’s Sleep? (sleepfoundation.org)